No es extraño que, al valorar el éxito de muchas empresas y revisar las acciones que les llevaron a obtener excelentes resultados, surja el término de gerencia en lugar del capital, mercado, negocios y otros. Nadie duda que una empresa exitosa ha generado acciones estratégicas que lo diferencia de sus competidores y tales condiciones es atribuido a las acciones gerenciales.
El concepto de gerencia ha sido muy estudiado y algunos autores la identifican como gestión o administración y “se refiere al conjunto de actividades y procesos que se llevan a cabo para planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una organización con el fin de alcanzar sus objetivos y metas”. Afirman que “el papel de la gerencia es esencialmente asegurarse de que los recursos de la organización se utilicen de manera efectiva y eficiente para lograr los objetivos de la organización[1].
Brian Tracy[ii] (2013) afirma que «La fortaleza de cualquier organización está determinada por la calidad de sus gerentes. Lo que ellos hacen y cómo lo hacen es la clave determinante del éxito corporativo”. Establece que las estrategias que han permitido un cambio importante de la humanidad que nos lleva a salir de la pobreza ha sido gracias a la actividad gerencial. “Son los gerentes de las empresas y organizaciones a todos los niveles los que han sido responsables del gran estallido del progreso” (Tracy 2013).
La actividad gerencial y con ello las personas, es decir los gerentes, busca en esencia genera resultados en la organización, permitiéndoles crecer y perpetuarse en el mercado. De ahí que muchos autores identifican la actividad gerencial a partir de las funciones administrativas de planificación, organización, dirección y control.
Aun y cuando muchos conciben a la gerencia y la administración de forma indiscriminada e intercambiables, lo cierto es que, entre ambos conceptos, sus acciones y las personas que lo ejecutan tienen alguna diferencia sutil. El concepto de administración se enfoca más en la tarea y en una visión de corto plazo. Por su parte el concepto de gerencia se concentra en el logro bajo una visión amplia y estratégica.
Peter Drucker (2014)[iii], el gran gurú de la administración moderna, se refería a la gerencia como el elemento dinámico y vivificante de todo negocio. Hacía referencia que el gerente es un guía, más que un administrador de recursos y que la calidad y competencias de los gerentes determinan el éxito de los negocios.
Si el concepto de gerencia se refiere a las diversas estrategias y acciones en favor de los resultados, la referencia de la persona, es decir el gerente es quien garantiza con su talento la obtención de resultados. El gerente debe dirigir el negocio y solo lo puede hacer con eficacia en tanto que desarrolle la capacidad para dirigir a las personas que le acompañan en la empresa.
La capacidad de dirigir se asocia al concepto de liderazgo, pues como lo afirma el mismo Drucker (1967)[iv], el ejecutivo será eficaz cuando influye en sus subordinados para que hagan lo que tiene que hacer. Tales expresiones nos llevan al concepto de liderazgo que John C. Maxwell (2007) afirma que “liderazgo es influencia. Nada más y nada menos.[v]
Hablar de gerencia es referirse al liderazgo y su gestión al éxito organizacional. Los líderes son quienes deben estructurar y encaminar a la organización hacia esa visión empresarial. La clave de la buena gestión de los líderes está en gerenciar. “La gerencia puede ser vista como un proceso complejo que depende del liderazgo y la calidad humana de quien la ejerza, que ofrece el poder de incidir en el cambio organizacional y en el mejoramiento constante de la calidad del trabajo”. (Bustamante, Suleima; Pérez, Isabel; Maldonado, Marisabel 2008) [vi].
Ser gerente/líder es actuar en la modificación de medios, recursos, personas y entornos, no se trata solamente de una posición con poder, más bien es la persona que asume el poder, que implica movilizar todas las condiciones, en favor de un resultado que beneficia a los tres actores fundamentales en el que hacer organizacional: 1. Accionistas, funcionarios, directores; 2. Colaboradores, empleados y miembros que son parte funcional de la organización; 3. Clientes y proveedores.
La función principal del gerente/líder no es la de administrar recursos solamente, más bien administra los recursos dirigiendo a las personas a fin de generar una fuerza de acción en todos los niveles de la organización. Es generar poder a cada una de las personas que actúan en la organización. El énfasis principal de su trabajo (del gerente/líder) son las personas, en todo sentido: sus actuaciones, sus relaciones, sus sentimientos y emociones, pensamientos, todo orientado a su rendimiento, a sus logros, a la validación de resultados.
Al valorar a las personas surge el foco de su estrategia de trabajo y es llevar al éxito organizacional, a través del talento de las personas de tal forma que teniendo un adecuado mapeo del potencial organizacional pueda hacer sonar la orquesta organizacional, con su tinglado del talento organizacional y la gramática del potencial laboral.
Poniendo al frente a las personas se puede afirmar que el trabajo del gerente/líder es organizar al equipo en función de sus resultados, es así que todas sus acciones estratégicas pasan por definir el potencial necesario e identificar a las personas que lo poseen. Por ello Jean- Paul Sallenave en su libro Gerencia y planeación estratégica afirma que “no hay acción empresarial sin actores”[vii], proponiendo un esquema interesante del “campo de acción del gerente general, que puede generalizarse a todo gerente/líder.
La organización se parece a quien la lidera, pues dependiendo del estilo de liderazgo que se ejerza, determina su funcionamiento, rendimiento y resultados. Una buena gerencia/liderazgo debe propiciar procesos de calidad, donde lleve a la organización a mejores momentos de desarrollo e impacto. No obstante, esta calidad debe ser aplicada, en primer lugar, a la gestión gerencial.
Bustamante et al. (2008, p. 284) exponen que “la calidad gerencial se evalúa a través de la capacidad para detectar desafíos, oportunidades, y formular objetivos claros y cumplirlos. Para ello se necesita la supervisión permanente al conjunto de tareas individuales para asegurar el logro de esos objetivos». Esto sugiere, entonces, que tener calidad gerencial es contar con una capacidad instalada al interior de la organización, que sea capaz de dar soluciones proactivas a los retos internos planteados y a esos externos que pueden incidir en la organización o en su zona de influencia.
Vale mencionar que la capacidad de una organización para obtener resultados depende de múltiples factores, pero sin duda alguna el más determinante se enfoca en el factor humano, especialmente en la puesta de manifiesto de su talento. En varios documentos he mencionado la presencia del talento en todas las personas y el gerente/líder tiene la responsabilidad de gestionar el talento (García,. 2016)[viii]
El concepto del talento es una condición integral en el ser humano que no se expresa de manera divisible, sino que se manifiesta en la acción hacia la búsqueda de resultados. Se parte del principio que todos los seres humanos somos talentosos, poseemos atributos que nos llevan a desarrollar acciones que propician resultados impresionantes.
La necesidad de una gestión empresarial proactiva, motivadora, requiere que el gerente/líder exhorte a todos los integrantes de la organización hacia avances concretos, que tenga una visión holística, global ya sea en cada uno de ellos o de forma colectiva bajo una visión de equipos. La intención es tener resultados y generar la satisfacción de logro, a fin de mantener en ellos una segregación importante de sustancias dopaminérgicas que le den la sensación de identidad organizacional y felicidad laboral.
En otros trabajos (García, 2016) hemos argumentado que debe existir una relación estrecha entre la generación de resultados, responsabilidad directa del gerente/líder, y la expresión del talento. La gestión del talento debe enfocarse sobre cinco dimensiones:
a) El talento se expresa en la aplicación y concreción de intereses. La primera valoración debe llevarnos a la práctica, el talento se expresa en la acción y por tanto está el servicio de necesidades e intereses que la sociedad demanda.
b) El talento genera beneficios y posibilita la transformación de las condiciones en las que se expresa.
c) El talento contribuye a la sociedad. Los resultados de tu trabajo benefician a otros porque les resuelves sus problemas o subsana sus necesidades. Tu trabajo contribuye y vale la pena.
d) El talento requiere responsabilidad. Cada persona asume su propia acción y debe ser consciente de ello
e) La puesta en marcha del talento requiere poner en práctica sus competencias, es decir cualidades, conocimientos, información, habilidades, destrezas, técnicas, rasgos, atributos o factores de la personalidad, actitudes y voluntad.
[1] https://tecnosoluciones.com/que-es-la-gerencia-que-abarca-y-que-tipos-existen/?pdf=43754
[ii] Tracy, B. (2013). Gerencia. Grupo Editorial Planeta.
[iii] Drucker, P. F. (2014). La gerencia de empresas. Grupo Editorial Planeta.
[iv] Drucker, P. F. (1967). El ejecutivo eficaz. Grupo Editorial Planeta.
[v] Maxwell, J. C. (2007). Las 21 leyes irrefutables del liderazgo. Grupo Nelson.
[vi] Bustamante, Suleima; Pérez, Isabel; Maldonado, Marisabel (2008) El poder y la gerencia en las organizaciones “un análisis crítico sobre la diversidad de su concepción”. Revista Venezolana de Gerencia. Extraído de: http://www.produccioncientifica.luz.edu.ve/index.php/rvg/article/view/10497/10485. Volumen 13, N° 42, (p. 273-287). Maracaibo, Venezuela. Consultado: 11/06/2017
[vii] Sallenave, J.-P. (1990). Gerencia y planeación estratégica. Editorial Norma.
[viii] García, Jaime Orlando (2016) Ideas sobre la gestión humana en el trabajo. San Salvador. Algier´s impresores.