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EL TRIÁNGULO DEL APRENDIZAJE.

LECCIONES DE FORMACIÓN PROFESIONAL. (Segunda entrega)

Los procesos formativos pueden adquirir diversas denominaciones según los objetivos que se persiguen y el método de trabajo, asi pueden desarrollarse eventos bajo modalidad de conferencias, seminarios, talleres o más. En todo caso sean cuál fuese la modalidad el proceso de formación es intencional y busca ampliar conocimientos, desarrollar habilidades, destrezas, moldear actitudes y comportamientos, todo en función de alcanzar un resultado.

Cuando el proceso formativo se circunscribe en el mundo laboral, los resultados están determinados por lo que se espera de un puesto de trabajo (objetivo del puesto), que está en función de los objetivos del área, sección o departamento y de las funciones que se le encomiendan a cada trabajador. Cuando hay fallas, carencias, necesidades relacionados con el talento humano, entonces la formación profesional entra en escena.

De lo anterior se deriva una frase contundente. Todo proceso formativo es intencional cuyo propósito es provocar cambios. La forma de asegurar la dirección de los cambios debe iluminarse bajo 3 preguntas importantes: Qué quiero aprender, por qué lo quiero aprende y para qué lo quiero aprender.

La primera preguntar, qué quiero aprender hará referencia al desarrollo de una serie de atributos del ser que permiten adquirir conocimientos, desarrollar habilidades y destrezas, moldear actitudes y comportamientos, en muchos casos bajo el amparo de valores. La pregunta del qué quiero aprender impacta en el talento de las personas.

No se trata de identificar los atributos por simple contemplación sino con la toda intención de desarrollarlos, por ello se vuelve importante responder a la segunda pregunta por qué quiero aprender o desarrollar tales atributos. La respuesta que se obtendrá es mágica puesto que se descubre el verdadero interés por aprender. En algunos textos o metodología tratan de identificarlo bajo el nombre de necesidades de capacitación, sin embargo, lo que realmente se busca identificar son las necesidades de aprendizaje (se trabajará en la tercera entrega)

La paradoja enseñar – aprender no es antojadiza puesto que la enseñanza es lo que provoca el cambio y se da en la persona que aprende, sobre todo si lo hace de forma activa, por ello aprendizaje es igual a cambio, el cual debe ser facilitado y quien conduce el proceso genera acciones de enseñanza a través de diversos métodos. Es asi como la enseñanza y aprendizaje se vuelven dos caras de la misma moneda y todo con la intención de provocar el cambio.

Por tanto, ante la segunda pregunta del por qué aprender, se encontrará respuestas diversas como el conjunto de necesidades, problemas, vacíos, nuevos requerimientos o aspiraciones existan orientado bajo un propósito (objetivo del puesto de trabajo).  Cuando se descubre la necesidad de aprender, entonces cobra real significado el proceso formativo.

Finalmente, la tercera pregunta de este triángulo trata del para qué quiero aprender. Es el resultado de la acción formativa, es el impacto del aprendizaje en el desempeño laboral, lo cual no debe ser intuitivo sino tangible y medible. Al final bajo la lupa del para qué aprender es que adquiere sentido al proceso formativo y da respuesta determinante a la pregunta de aquel gerente financiero cuando decía ¿para qué sirve la capacitación? Solo se le dejará satisfecho cuando se le demuestre que el cambio obtenido producto de la formación impacta en los resultados de la organización.

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Jaime Orlando García - El Incitador de tu ser

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